Automóviles Camilo Torreforta, Tarragona

Muy mala experiencia, adquirí un vehículo y a los cuatro días rompió motor, imagina que pagas por algo (y hablo de una cantidad por encima de los 10000€) y en ese corto plazo te quedas sin el dinero y sin por lo que gastaste ese dinero; lo peor viene después, durante los ocho meses siguientes, estuve casi seis de ellos de forma intermitente sin el vehículo, por lentitud y pasividad de la aseguradora que cubría la garantía, incluyendo tres reparaciones fallidas, imaginar el calvario, y sin tener la seguridad de que no se sacarán algo de la manga para no aceptar el hacerse cargo de la avería, vamos, un sin vivir de padecer, sufrimiento, incertidumbre, desinformación, abandono, pasividad, desinterés,... Vamos que acabe mal vendiendo el vehículo por la falta de fiabilidad por las sucesivas malas reparaciones y por además no ser capaces de informar que piezas y reparaciones se le habían hecho a un vehículo de mi propiedad, y creo tener el derecho a esa información como propietario, al final tuve que acabar en los juzgados y al menos ganando, aunque una compensación ridícula/simbólica, ya que perdí el vehículo, mucho dinero (el vehículo me costó 700€ al mes, si cuento los ocho meses que de verdad lo pude conducir, aunque lo tuve seis más, que se los pasó en talleres) pero sobretodo tiempo, mucho tiempo y nervios, ansiedad y padecimientos, solo porque las leyes están hechas para el beneficio de unos y el sufrimiento de otros. Añadir que aunque no todo me gustó de la empresa que me vendió el vehículo, lo peor no fueron ellos, sino la garantía que contratan, aunque la acabe pagando quien compra el vehículo, ellos la eligen y puede suponer una odisea lidiar con ésta, algo que yo me miraría si fuera ellos.