Bar Julian, Salamanca

En primer lugar, en este bar, según mi opinión, no se siguen ca rajatabla las medidas anti-Covid-19. En mi opinión, no saben qué es la distancia de seguridad, a algunos clientes, supongo que a los habituales se les permite acercarse a los no habituales a las l a distancias centimétricas; si mal no recuerdo, con mascarilla bajada o sin ellos, piden comprartir mesa contigo sin que conozcas quién. El personal no hace nada, aun habiendo mesas libres. No me parecen limpias las mesas. Tampoco he visto que las limpien. Algunos miembros del personal van sin mascarillas. Aseos no me parecieron muy limpios y sí peuqeños. En el bar hace mucho frío, de ahí que me tuviera que poner el abrigo, los guantes y la capucha porque estuve esperando a alguien. En segundo lugar, algunos miembros del personal se permiten gritar a los clientes que hayan hecho una consumición sin causa alguna. Es importante: sin causa alguna. ¿Para demostrar su autoridad sobre quien ha entrado en su nefasto bar? A mí, por ejemplo, me gritaron que en su establecimiento no se permitía dormir cuando simplemente cerré los ojos y ni siquiera estaba dormida ni dormía. Pero insultar a los clientes sí se permite, ¿verdad? Si padece alguna enfermedad psíquica , solicite ayuda profesional. Los clientes no tienen culpa alguna de su posible estado mental ni de su pésimos modales. No tiene derecho a insultarlos Y MENOS POR SU DINERO. A lo mejor pensaron que yo era pobre o algo así. Nunca he visto una vergüenza similar. ¡Una auténtica salvajada! ¡NUNCA MÁS!

En primer lugar, en este bar, desde mi punto de vista, no se siguen con rigor las medidas anti-Covid-19. En mi opinión, no se observa la distancia de seguridad, se permite que otros clientes invadan las mesas de otros y se les acerquen a distancias centimétricas; si mal no recuerdo, sin una mascarilla puesta o con una mascarilla bajada incluso cuando no consumen bebidas o comida, sin que el personal haga nada. No me parecen limpias las mesas. Tampoco he visto que las limpien. Algunos miembros del personal no llevan mascarillas. Los servicios no me parecieron muy limpios que digamos. En el bar hace mucho frío, de ahí que me tuviera que poner el abrigo, los guantes y la capucha porque estuve esperando a alguien. En segundo lugar, algunos miembros del personal se permiten gritar a los clientes que hayan hecho una consumición sin causa alguna. A mí, por ejemplo, me gritaron que en su establecimiento no se permitía dormir cuando simplemente cerré los ojos y ni siquiera estaba dormida ni dormía. Pero agredir verbalmente a los clientes sí se permite, ¿verdad? Si está trastornado, solicite ayuda médica. Los clientes no tienen culpa alguna de su posible estado de salud. No tiene derecho a insultarlos Y MENOS POR SU DINERO. A lo mejor pensaron que yo era pobre o algo así. Nunca he visto una vergüenza similar. ¡Una auténtica salvajada! ¡NUNCA MÁS!