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La edad del perro y su educación
2014.04.14
Mi perro es ya mayor para educarlo
Son muchas veces las que oí una afirmación del tipo "Yo lo doy por imposible, ya es mayor para cambiar...", "Si fuese un cachorro podría intentarlo, ya es tarde...".
La base para decir algo así está en dos posibles razones, el desconocimiento de la educación canina o el conformismo ante un comportamiento y/o conducta concreta y no adecuada.
Siempre es posible educar y/o adiestrar a un perro, sea cual sea su edad. Cada edad nos ayudará en unos aspectos respecto a otras, pero SIEMPRE podremos hacerlo.
En centros de acogidas de perros también me han confirmado que una de las razones por las que se prefiere adoptar a cachorros es porque se considera que al adulto será casi imposible poder educarlo de forma correcta.
Se tiene, por lo tanto, de desterrar esa afirmación porque no es cierta. El perro, cualquier perro, JAMÁS deja de aprender, durante toda su vida.
Un perro adulto, por ejemplo, tendrá mucha más capacidad de concentración y atención que un cachorro.
Empieza cuanto antes a construir la educación de tu perro, tenga la edad que tenga. Premia sus buenos comportamientos y corrige el incorrecto.
Lo que consideres que está bien SIEMPRE ha de estar bien. Y lo mismo ocurre con lo que no está permitido. Tenemos que ser justos con nosotros, pero también con ellos.
Otro aspecto a considerar y que ayudará en su conducta es el ejercicio físico. Su constitución, morfología y edad recomendará un tipo de ejercicio u otro, pero en todos es necesario. El perro que acumula energía tiene que expulsarla de algún modo.
Consulta con un educador y/o adiestrador canino si así lo consideras, pero intenta no volver a decir eso de… Mi perro ya es mayor para educarlo.
Los ladridos del perro. ¿Qué hay tras ellos
2014.04.14
¿Qué esconde el ladrido de un perro?
Los ladridos de los perros, en ocasiones, son algo molesto y pueden causar serios problemas vecinales. Pero no culpe siempre al animal, generalmente son producto del aburrimiento, la ansiedad y/o el temor.
La constancia en los ladridos, en muchas ocasiones, dificultan la relación del perro con la familia, con su entorno, y han dado lugar a toda una industria que fabrica aparatos y productos para calmar a los animales o para actuar frente a los ladridos. Como en todo, los hay defensores de esta industria, y opositores de ella. Lo cierto, en todos los casos, es que debemos dedicarle tiempo a nuestros perros. No debemos esperar a que surjan síntomas de aburrimiento, ansiedad o miedo, que pueden conllevar destrozos, micciones, o intentos de fuga. Es básico asegurarse de que el animal se ejercita lo suficiente y descubrir qué es lo que les causa miedo y/o ansiedad. En muchas ocasiones es de fácil solución.
Concienciarnos si nuestros hábitos de vida, nuestro tiempo libre, nuestro entorno, etc. son compatibles con la llegada de un nuevo miembro, un perro, a nuestro hogar debería ser una obligación antes de dar ese paso. Ser sinceros con nosotros mismos a la pregunta si estamos capacitados, o queremos estarlo, para atender perfectamente sus necesidades.
A veces ejercitar el perro lo suficiente, y saber prevenir la ansiedad por separación, es la fórmula perfecta para los momentos en los que el perro se encuentra solo.
Más complejo es actuar frente a fobias y/o miedos, porque se necesitará la ayuda de profesionales (veterinarios y educadores caninos), pero por supuesto es una meta alcanzable.
Nuestro fin no debe ser eliminar el ladrido del perro, porque en muchas ocasiones puede ser algo positivo que nos alerte de algo. El fin siempre debe ser que estos se encuentren controlados.