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Podemos decir que las alfombras vinílicas son un must de la decoración en la actualidad. No es de extrañar, ya que los modelos que existen para elegir son prácticamente infinitos y constituyen un complemento ideal para cualquier espacio.

Las alfombras vinílicas están fabricadas en PVC,  lo que las hace muy resistentes. Además, son totalmente personalizables y también imitan a la perfección a otros tipos de materiales como la madera o el azulejo. Otra de sus ventajas es que son low cost.

Si en tu hogar alguien padece algún tipo de alergia, las alfombras vinílicas son una solución ideal,  ya que al ser de PVC no  acumulan polvo,con lo que no causan los mismos problemas que las alfombras de lana o de tela. Además son antifúngicas De modo que puedes ponerlas en el baño sin miedo a que acumulen humedad.

También son ignífugas con lo que se pueden colocar sin problema sobre el suelo radiante. Las alfombras vinílicas se quedan fijadas totalmente al suelo  y son antideslizantes. 

Para limpiarlas simplemente tenemos que utilizar agua tibia y jabón, lo que las convierte en  ideales para los hogares donde hay niños o animales. Este tipo de alfombras no se rayan y a la vez protegen el suelo.  Podemos emplearlas tanto en el interior como en el exterior de casa, son ideales  para colocar en patios y terrazas. Podemos utilizar este tipo de alfombras para definir espacios dentro de nuestro hogar. 

Si estás buscando una alfombra para la entrada, para el salón, para la habitación de los niños o incluso para la cocina, las alfombras vinílicas son una opción ideal, especialmente si escoges el modelo que imita a esos azulejos que tanto te gustan.

Si nos cansamos de ellas, son muy fáciles de almacenar, simplemente hay que enrollarlas y ocupan muy poco espacio.

El vinilo tanto en suelos como en alfombras no es una moda pasajera ya que dada su versatilidad parece que ha llegado para quedarse.